Mientras terminaba mi último cierre de hoy, empecé a reflexionar sobre qué consejo legal publicar. Esta semana ha sido la más ajetreada que hemos visto en el sector inmobiliario desde antes de la recesión. Desde los días de la locura inmobiliaria, el volumen no había sido así. Parte de la aglomeración se debió a que los cierres se reprogramaron desde antes del Memorial Day hasta esta semana, además de los cierres ya programados para el empuje normal de fin de mes. Por suerte, parece que se normalizará la próxima semana.
Dicho esto, quería volver a publicar uno de mis primeros consejos legales. Esta semana fue genial ver a los agentes de bienes raíces en el mercado se unen y trabajan muy duro para conseguir los cierres a través, pero aún reconociendo que los prestamistas, tasadores, extractores y abogados de cierre fueron empujados al máximo y los retrasos eran simplemente fuera de su control. La comprensión, la paciencia y la gracia es lo que hace que esta industria sea la mejor.
Aquí está el puesto:
Cuando empecé a ejercer la abogacía en 1995, trabajé en un caso con uno de los socios abogados, Frank. El abogado de la parte contraria cometió un error y se saltó un plazo. Cuando descubrí el error del abogado se lo dije a Frank, que llamó al abogado. El abogado le pidió a Frank que consintiera una prórroga a la que Frank accedió. Cuando le pregunté a Frank por qué había hecho eso, me dijo: "Oh, pero por la gracia de Dios voy yo". Lo que Frank dijo aquel día se me ha quedado grabado durante mis más de 20 años de carrera.
En los últimos meses he estado enseñando la clase principal del MCE -Expectativas y Obligaciones Profesionales. Uno de los objetivos de la clase es elevar el nivel de profesionalidad de los agentes inmobiliarios. Mientras enseñaba la clase me di cuenta de que una de las muchas maneras en que todos podríamos elevar el nivel de profesionalismo en nuestra industria es dar más gracia a los demás. Si todos reconociéramos que nadie en este sector es infalible y que de vez en cuando ocurren cosas desafortunadas, podríamos empezar a avanzar hacia el objetivo común de cerrar la transacción. Así que la próxima vez que un cierre se retrase por culpa de un constructor, un prestamista o un abogado, o que su llamada telefónica o su correo electrónico no sean devueltos cuando usted esperaba o incluso que el otro agente o la otra parte cometa un error, dé la gracia porque usted quiere la gracia cuando comete un error. A menudo no sabemos cuál es la causa del problema o del retraso, o con qué está lidiando la otra persona ese día. Incluso si fue un error, recuerda que nadie es perfecto. "Si no fuera por la gracia de Dios, iría", es cierto para todos nosotros.